«Viajar es letal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez mental», escribió Mark Twain en 1869.
Polaca Chamuscada
Un nuevo mundo te espera con el despertar de la consciencia
domingo, 6 de julio de 2025
Y un día de estos vamos a sumar los asesinatos de la gente que muere quince años antes de lo que les tocaba porque durante su vida no tuvo trabajo fijo ni seguridad social ni vivienda digna y fue dejando para más tarde ir al médico porque ahora le venía mal; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que se quita de en medio por su propia mano porque los bancos les dicen que son económicamente inviables y los servicios sociales se han desmantelado para poder seguir enriqueciendo a los banqueros insaciables; y vamos a sumar las muertes en vida de las personas a las que les han quitado las esperanzas porque no les han dejado estudiar ni hacer planes para su futuro; y vamos a sumar los asesinatos de los niños que no han podido desarrollarse porque no había en casa suficiente comida como para cuidar su sueño y alimentar sus juegos; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que ha muerto en trabajos basura, sin seguridad laboral, urgidos por patronos avariciosos o gerentes enloquecidos; y vamos a sumar los asesinatos de las mujeres que han perdido la vida porque el sistema no les dejó otro espacio que ser sumisas, débiles o prostitutas y no encontraron ojos en los que apoyarse cuando se estaban cayendo; y no nos vamos a dejar en la memoria sumar a las mujeres que han muerto porque curas inquisidores, varones reaccionarios y políticos hipócritas y hostiles niegan el derecho al aborto y regresan a las catacumbas de la clandestinidad a las mujeres pobres que deciden interrumpir su embarazo; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que no resistió respirar el aire sucio de nuestras ciudades, beber el agua contaminada de tantos lugares, comer la escasa y podrida comida que les dejaron los mercaderes; y vamos a sumar a los que se traga el mar queriendo cruzar en balsas de papel el Estrecho huyendo de la miseria que el norte ha creado en sus países y tambien las de aquellos que dejan su sangre en las fronteras que separan a los ricos de los pobres; y vamos a sumar los asesinatos de gentes caídas por balas, misiles, bombas y gases vendidos por traficantes de armas y proveedores de guerras. Y no se nos va a olvidar sumar las muertes de los asesinados por fascistas que quieren volver a hacer suyas las calles, y tampoco de esos asesinos de escritorio que dicen que los movimientos sociales son terroristas y los señalan como objetivos para que sus cachorros rapados terminen el trabajo. Sumando y sumando.
Entonces, con tantas muertes en la conciencia, se nos va a llenar la boca de odio y los pulmones de tierra y las manos de justicia, y nos vamos a enfadar aún más cuando nos digan que somos nosotros los que estamos sembrando la lucha de clases. Y entonces no van a encontrar bosques tan profundos ni mares tan hondos ni montañas tan altas como para que puedan esconderse y escapar de tanta rabia como nos han hecho acumular y tanta humanidad como nos han robado. Porque ya no hay agua bendita que les lave la indecencia que están sembrando. Porque ni ellos se merecen tener el poder de derrumbarlo todo ni nosotros ser el contenedor golpeado que soporte los cascotes. El mal gobierno reclama la respuesta decidida de los ciudadanos que quieren un buen gobierno. Y vamos sumando y sumando y sumando…
sábado, 5 de julio de 2025
Cuando las fábricas se trasladaron a las ciudades todo el horror de la revolución industrial resultó de verdad evidente, pero no fue hasta el siglo XIX cuando la industrialización y la gran brecha entre ricos y pobres que la acompañó se combinaron para dar origen a una clase consciente y llena de resentimiento que se sentía excluida de las enormes fortunas que los industriales estaban amasando. Según Eric Hobsbawm, hacia la década de 1840 empezaron a desaparecer las tradiciones preindustriales (representadas, por ejemplo, por pasatiempos como los combates de lucha, las peleas de gallos y las peleas de perros y toros; la década de 1840 también marcó el fin de la era en la que las canciones populares constituían el principal lenguaje de los trabajadores industriales).[2597]El hecho importante aquí, como muchos historiadores han señalado, es que a comienzos del siglo XIX las condiciones de la clase trabajadora se deterioraron considerablemente. El mismo Hobsbawm nos proporciona varios ejemplos vívidos de ello: entre 1800 y 1840 hubo escasez de carne en Londres; de ocho millones y medio de irlandeses, cerca de un millón murieron literalmente de hambre entre 1846-1847; el salario medio de quienes manejaban telares manuales cayó de veintitrés chelines en 1805 a seis chelines y tres peniques en 1833. La altura media de la población (un buen indicador de los niveles de nutrición) aumentó entre 1780 y 1830, cayó durante los siguientes treinta años y volvió a aumentar luego. La década de 1840 se conocía incluso en la época como «los hambrientos cuarenta». En Gran Bretaña estallaron disturbios, en su mayoría relacionados con la escasez de alimentos, en los años 1811-1813,1815-1817, 1819, 1826, entre 1829 y 1835, en 1838-1842,1843-1844 y 1846-1848. Hobsbawm cita a uno de los participantes en los disturbios de los Fens en 1816: «“Aquí estoy entre el cielo y la tierra y Dios es mi ayuda. Antes perdería la vida que marcharme. Quiero pan y tendré pan”. Los incendios de graneros y la destrucción de máquinas trilladoras se sucedieron en 1816 por todos los condados; en 1822 en East Anglia; en 1830 entre Kent y Dorset, Somerset y Lincoln; en 1843-1844 de nuevo en las Midlands orientales y en los condados del este: la gente quería un mínimo para vivir».[2598] En un principio, la mayoría de estos disturbios se produjeron para que quienes participaban en ellos pudieran hacerse con alimentos. Sin embargo, desde 1830 aproximadamente, la forma de la protesta empezó a cambiar y, finalmente, surgió el concepto de un sindicato general que tenía en su arsenal «el arma definitiva, la huelga general» (conocida también como «el mes sagrado», lo que no era totalmente una ironía). «Pero fundamentalmente, lo que mantenía unidos a todos los movimientos, o los galvanizaba después de sus periódicas derrotas y desintegraciones, era el descontento general de gentes que se sentían hambrientas en una sociedad opulenta y esclavizadas en un país que blasonaba de libertad, iban en busca de pan y esperanza y recibían a cambio piedras y decepciones».[2599] Esto no son sólo las palabras de un historiador marxista del siglo XX. Un estadounidense que pasó por Manchester en 1845 confiaba sus impresiones en una carta: «Naturaleza humana desventurada, defraudada, oprimida, aplastada, arrojada en fragmentos sangrientos al rostro de la sociedad… Todos los días de mi vida doy gracias al cielo por no ser un pobre con familia en Inglaterra».
Peter Watson
El racismo estructural disfrazado de humor: el caso de Hugo Aguilar y la SCJN
La cirugía estética ya no es un lujo reservado para unos pocos: se ha convertido en un fenómeno cultural, social y psicológico. ¿Qué buscamos al modificar nuestros cuerpos? ¿Belleza? ¿Aceptación? ¿Control? Para reflexionar, hemos reunido —en un ejercicio imaginativo— a grandes figuras del pensamiento: no solo filósofos, sino también dos maestros espirituales que han marcado la historia de la humanidad.
Jesucristo: “La belleza del alma es la que transforma el mundo”
Jesús no juzgaría a quien se opera, pero lo invitaría a mirar más profundamente dentro de sí:
“No se preocupen por su cuerpo, qué han de vestir... miren los lirios del campo, que ni trabajan ni hilan, y ni Salomón se vistió como uno de ellos.”
(Mateo 6:28-29)
Para él, la obsesión por la apariencia exterior es una distracción del verdadero llamado: amar, sanar, perdonar. Si alguien recurre a la cirugía desde la inseguridad o el deseo de aprobación, Jesús le recordaría que su valor no está en su rostro, sino en su capacidad de amar y dar.
Y sin embargo, si una persona actúa desde el respeto a sí misma y no desde la vanidad o el juicio ajeno, Jesús la abrazaría igual, sin condena. Porque su mensaje fue siempre de compasión, no de castigo.
Buda: “Donde hay apego, hay sufrimiento”
Buda vería en la cirugía estética un síntoma de insatisfacción con el presente. El deseo de cambiar el cuerpo nace muchas veces del rechazo a lo que es, y ese rechazo es fuente de dolor.
“No hay fuego como la pasión, ni trampa como el deseo.”
Para él, la raíz del sufrimiento es el apego: al yo, al cuerpo, a una imagen ideal. Y todo lo que hacemos para sostener esa ilusión —como modificar el cuerpo para parecer jóvenes o “bellos”— solo refuerza el ciclo de insatisfacción.
Sin embargo, el budismo no predica la represión, sino la conciencia. Si una persona actúa con plena atención, sin aferrarse, sin obsesión, puede hacer cambios sin romper el equilibrio. La clave está en no confundir el cuerpo con el ser.
Una pregunta compartida
Cada figura nos ofrece una mirada distinta: ética, espiritual, existencial. Pero todas convergen en una misma pregunta:
¿Por qué hacemos lo que hacemos con nuestros cuerpos?
Si la respuesta nace de la libertad, la conciencia y el amor propio, entonces tal vez haya belleza en ello. Pero si nace del miedo, del juicio o del vacío, quizás sea momento de volver la mirada hacia dentro.
Modificar el cuerpo es fácil. Transformar la mirada con la que nos vemos… eso sí es un verdadero cambio.
Ah, México mágico. Donde el verdadero poder no está en los palacios, sino en los retrovisores del Mercedes-Benz.
viernes, 4 de julio de 2025
"Las experiencias de la vida en un campo de concentración demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. (…) Los que estuvimos allí recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas—la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias—para decidir su propio camino. Dostoyevski dijo en una ocasión: “Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos” y estas palabras retornaban una y otra vez a mi mente cuando conocí a aquellos mártires cuya conducta en el campo, cuyo sufrimiento y muerte, testimoniaban el hecho de que la libertad íntima nunca se pierde. (…) Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido."
Una ley para regular los videos creados con inteligencia artificial (IA) en México podría enfocarse en proteger derechos fundamentales como la privacidad, la libertad de expresión, la no discriminación y la veracidad de la información. Aquí un esquema de lo que podría contener una iniciativa de ley razonable y equilibrada:
jueves, 3 de julio de 2025
Las naciones, como los credos políticos, pueden ser optimistas o pesimistas. Junto con Corea del Norte, Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo en los que el optimismo es casi una ideología oficial. Para grandes sectores del país, ser positivo es ser patriota, mientras que la negatividad es una clase de crimen de pensamiento. El pesimismo se considera vagamente subversivo. Incluso en los momentos de mayor desaliento, sigue dominando en el inconsciente nacional una fantasía colectiva de omnipotencia e infinitud. Elegir a un presidente de Estados Unidos que declarara a la nación que sus mejores días pertenecen al pasado sería casi tan inimaginable como elegir a un chimpancé, aunque esto último ha estado a punto de ocurrir en una o dos ocasiones. Un líder así se convertiría en objetivo de asesinato. Un historiador estadounidense señaló hace poco que «los discursos inaugurales presidenciales siempre son optimistas, con independencia de los tiempos que corran». Este comentario no tenía una intención crítica. Hay una alegría compulsiva en algunos aspectos de la cultura estadounidense, una retórica de puedo-hacer-lo-que-quiera que delata un miedo casi patológico al fracaso.
Terry Eagleton
Karl Marx podría haber criticado a los cantantes que acumulan grandes riquezas y a quienes les entregan ese dinero desde su teoría crítica del capitalismo, enfocándose en varios puntos clave:
Una liga de básquetbol con una estatura máxima de 1.80 metros podría tener varios efectos positivos, incluyendo el estigma de superioridad de la gente alta.
miércoles, 2 de julio de 2025
En la CPAC se le presentó como un empresario ilustre y ejemplar, y en respuesta, el magnate mexicano agradeció a los organizadores y ensalzó la Presidencia de Milei, a quien consideró como el único Presidente de América Latina que lucha por la libertad. Luego inició su discurso arremetiendo en contra del Gobierno de México y la izquierda.
«Siempre están ahí los zurdos de mierda y hay que regresarlos a la alcantarilla de donde salieron y es que nunca cesan, en México pensamos que ya habíamos llegado a una situación democrática y ándale, resulta que ya regresamos al régimen del partido único, liderado por un líder que nos ha dejado una revuelta y nos ha dejado indefensos, sin un poder autónomo judicial y son mentiras a diario, con el poder que tienen sobre los medios engañan a la gente y son muy pocos los que tienen principios en mi país», dijo Salinas entre aplausos del público presente.
La frase de Ricardo Salinas Pliego es profundamente ofensiva y deshumanizante, al equiparar a personas con una ideología política (la izquierda) con desechos y lugares insalubres. Desde la filosofía, se le pueden dar varias respuestas que cuestionan su afirmación desde diferentes perspectivas éticas y políticas:
El padre Alfréd Kun, famoso activista de la Cruz Flechada, que luego admitiría haber cometido quinientos asesinatos, solía dar la siguiente orden: «En nombre de Cristo, ¡fuego!».
¿En qué sentido somos libres?








