La falacia del miedo: Netanyahu y la comparación entre palestinos y Al Qaeda
El
26 de septiembre de 2025, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu
pronunció en la Asamblea General de la ONU una frase que, sin duda,
atraerá titulares:
"Darle a los palestinos un
Estado a un kilómetro y medio de Jerusalén después del 7 de octubre es
como darle a Al Qaeda un Estado a un kilómetro y medio de Nueva York
después del 11 de septiembre."
La
declaración, cargada de emoción y dramatismo, tiene por objetivo
central justificar políticas de seguridad y limitar el reconocimiento de
un Estado palestino. Pero, al analizarla con calma, se vuelve evidente
que es una simplificación peligrosa y falaz.
1. Mezclar identidad colectiva con terrorismo
Al
Qaeda es una organización terrorista con objetivos claramente definidos
y métodos violentos. Los palestinos, en cambio, son una población
diversa de millones de personas, muchas de las cuales no tienen relación
alguna con ataques contra Israel. Confundir a toda una nación con un
grupo terrorista es una falacia de generalización que invisibiliza la
complejidad histórica y política del conflicto.
2. Proximidad geográfica ≠ inevitable amenaza
La
analogía sugiere que la cercanía física entre Jerusalén y un hipotético
Estado palestino automáticamente traería un riesgo equivalente al del
11 de septiembre en Nueva York. La experiencia internacional demuestra
que la seguridad no depende únicamente de la cercanía geográfica, sino
de acuerdos, diplomacia y cooperación transfronteriza. Ejemplos como
Noruega y Suecia, India y Nepal o Canadá y Estados Unidos muestran que
países vecinos pueden mantener paz y seguridad a pesar de tensiones
históricas.
3. El peligro de la retórica del miedo
Al
comparar un pueblo entero con un grupo terrorista, Netanyahu refuerza
un discurso de miedo que legitima políticas de exclusión y
militarización. Este tipo de analogías, efectivas en términos políticos,
desplazan la posibilidad de soluciones pacíficas, como la negociación
de fronteras seguras o la cooperación en seguridad y desarrollo.
4. Historia y contexto
La narrativa de que todo Estado palestino sería un riesgo absoluto ignora la historia reciente de la región:
Durante años, hubo gobiernos palestinos que cooperaron en seguridad con Israel.
La violencia extrema ha sido cometida por grupos específicos, no por toda la población.
El
reconocimiento de la necesidad de un Estado palestino no equivale a
entregar un “país terrorista” a la puerta de Jerusalén; puede incluir
protocolos de seguridad, control fronterizo y acuerdos internacionales.
Conclusión
La
frase de Netanyahu es retórica política, no un hecho irrefutable. Apela
al miedo, simplifica la realidad y generaliza de manera injusta. Como
lectores, analistas o ciudadanos interesados en justicia y paz, debemos
desmantelar este tipo de comparaciones y buscar enfoques que distingan
entre población civil y actores violentos, entre miedo y realidad. Solo
así podremos reflexionar con rigor y no dejarnos arrastrar por analogías
emocionales que oscurecen la complejidad del conflicto.
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