El llanto de los millonarios: Salinas Pliego y la farsa del “robo” de la izquierda
1. El chiste del magnate
Salinas
Pliego dice que “la izquierda le roba a los que producen”. ¡Qué
ternura! Es el multimillonario llorando como si fuera un tianguista al
que le decomisan la mercancía. Pero no, no es cualquier comerciante, es
un hombre que construyó su fortuna gracias a concesiones del Estado,
créditos blandos, rescates financieros y la sangre de miles de
trabajadores mal pagados. Y aún así, tiene la cara de decir que alguien
le roba.
2. El truco del lenguaje
En
su discurso, “los que producen” no son los trabajadores que se parten
el lomo ocho o diez horas diarias; son solo los empresarios, los
iluminados que “arriesgan”. Los empleados no cuentan. Son como
fantasmas: invisibles cuando generan riqueza, demasiado visibles cuando
piden un aumento. Y cuando el Estado cobra impuestos para escuelas,
hospitales o carreteras, eso no es redistribución, es “robo”. Pero si el
obrero paga IVA por un bolillo duro, ahí sí, silencio absoluto.
3. El llanto de los ricos perseguidos
La
estrategia es vieja: los millonarios se disfrazan de víctimas para
justificar sus privilegios. Pobrecitos, ¿no? Pagan un par de milloncitos
en impuestos y ya sienten que Lenin les respira en la nuca. Y mientras
tanto, el pueblo sostiene al Estado con cada compra de jabón, leche o
transporte. Esa desigualdad se normaliza porque el discurso empresarial
convierte la explotación en “productividad” y el mínimo intento de
equidad en “atraco comunista”.
4. Carlin lo diría así…
Es como si un ladrón asaltara una casa, se llevara la tele, las joyas y el coche, y cuando llega la policía grita:
—¡Oiga, oficial, me están robando mis cosas robadas!
Eso
hace Salinas Pliego. Se roba el trabajo de miles, se beneficia de
concesiones, evade o pelea cada peso de impuestos, y luego señala al
Estado con cara de víctima. ¡El mundo al revés!
5. El verdadero robo
Si
hay un robo real, no lo hace la izquierda. Lo hacen las élites cuando
se apropian de todo el pastel y dejan migajas. Lo hacen cuando los
sueldos no alcanzan para vivir pero las fortunas crecen como espuma. Lo
hacen cuando se hacen los ofendidos porque alguien osa cuestionar su
“derecho natural” a acumular obscenamente.
Así
que no, Salinas Pliego. La izquierda no roba. Lo que hace es recordarle
a la gente que el emperador va desnudo. Y eso, para usted, sí que debe
ser insoportable.
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