lunes, 29 de septiembre de 2025

 

El llanto de los millonarios: Salinas Pliego y la farsa del “robo” de la izquierda

1. El chiste del magnate

Salinas Pliego dice que “la izquierda le roba a los que producen”. ¡Qué ternura! Es el multimillonario llorando como si fuera un tianguista al que le decomisan la mercancía. Pero no, no es cualquier comerciante, es un hombre que construyó su fortuna gracias a concesiones del Estado, créditos blandos, rescates financieros y la sangre de miles de trabajadores mal pagados. Y aún así, tiene la cara de decir que alguien le roba.

2. El truco del lenguaje

En su discurso, “los que producen” no son los trabajadores que se parten el lomo ocho o diez horas diarias; son solo los empresarios, los iluminados que “arriesgan”. Los empleados no cuentan. Son como fantasmas: invisibles cuando generan riqueza, demasiado visibles cuando piden un aumento. Y cuando el Estado cobra impuestos para escuelas, hospitales o carreteras, eso no es redistribución, es “robo”. Pero si el obrero paga IVA por un bolillo duro, ahí sí, silencio absoluto.

3. El llanto de los ricos perseguidos

La estrategia es vieja: los millonarios se disfrazan de víctimas para justificar sus privilegios. Pobrecitos, ¿no? Pagan un par de milloncitos en impuestos y ya sienten que Lenin les respira en la nuca. Y mientras tanto, el pueblo sostiene al Estado con cada compra de jabón, leche o transporte. Esa desigualdad se normaliza porque el discurso empresarial convierte la explotación en “productividad” y el mínimo intento de equidad en “atraco comunista”.

4. Carlin lo diría así…

Es como si un ladrón asaltara una casa, se llevara la tele, las joyas y el coche, y cuando llega la policía grita:
—¡Oiga, oficial, me están robando mis cosas robadas!
Eso hace Salinas Pliego. Se roba el trabajo de miles, se beneficia de concesiones, evade o pelea cada peso de impuestos, y luego señala al Estado con cara de víctima. ¡El mundo al revés!

5. El verdadero robo

Si hay un robo real, no lo hace la izquierda. Lo hacen las élites cuando se apropian de todo el pastel y dejan migajas. Lo hacen cuando los sueldos no alcanzan para vivir pero las fortunas crecen como espuma. Lo hacen cuando se hacen los ofendidos porque alguien osa cuestionar su “derecho natural” a acumular obscenamente.

Así que no, Salinas Pliego. La izquierda no roba. Lo que hace es recordarle a la gente que el emperador va desnudo. Y eso, para usted, sí que debe ser insoportable.

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