sábado, 27 de septiembre de 2025

 Viajar a Estados Unidos hoy: una sensación de alerta


Viajar no solo implica desplazarse físicamente, sino también sumergirse en el contexto social y político del lugar. En los últimos años, Estados Unidos ha experimentado un resurgimiento de actitudes y políticas que evocan momentos oscuros de su historia, generando una sensación de alerta en quienes observan desde fuera.

Racismo sistémico y violencia estructural

El racismo estructural en Estados Unidos ha sido y sigue siendo una causa primordial de las disparidades persistentes en materia de salud, educación y justicia. Este fenómeno se manifiesta en políticas y prácticas que desfavorecen a comunidades afroamericanas, latinas y otras minorías raciales y étnicas (heart.org). Además, el país enfrenta una crisis de violencia armada, con más de 40,000 muertes anuales relacionadas con armas de fuego, muchas de ellas en comunidades marginadas (everytownresearch.org).

Supremacismo blanco y discurso de odio

El supremacismo blanco ha resurgido con fuerza, alimentado por discursos políticos y mediáticos que promueven la xenofobia y la intolerancia. Grupos extremistas han incrementado sus actividades, y eventos como el ataque en las oficinas del ICE en Dallas, donde un hombre blanco disparó contra inmigrantes, son reflejo de esta creciente violencia dirigida hacia comunidades vulnerables (as.com).

La amenaza armada como herramienta de control

La cultura de la violencia armada en Estados Unidos no solo se limita a tiroteos masivos, sino que también se utiliza como herramienta de control social. La normalización de la posesión de armas y la falta de regulaciones eficaces han permitido que la violencia se infiltre en la vida cotidiana, afectando desproporcionadamente a comunidades latinas y afroamericanas (giffords.org).

Viajar por placer: complicidad silenciosa

Además, es importante considerar que viajar a Estados Unidos por placer puede interpretarse como una forma de validar, aunque indirectamente, un gobierno cuyas políticas externas y agresivas impactan negativamente a otros países. Cada turista que gasta dinero allí está, de algún modo, reforzando un sistema que perpetúa desigualdades y violencia, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Conclusión

Aunque no se puede equiparar directamente la situación actual de Estados Unidos con la Alemania nazi, sí existen paralelismos en cuanto a la normalización del odio, la violencia y la exclusión. Viajar a este país en la actualidad puede generar una sensación de inseguridad y alerta, especialmente para quienes pertenecen a comunidades históricamente oprimidas. Además, hacerlo por placer plantea un dilema ético: ¿participar del consumo turístico en un país con estas políticas no es, en cierto sentido, avalar sus acciones? Reconocer estos patrones y actuar con conciencia es fundamental para construir una sociedad más justa e inclusiva.


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