Si un país es gobernado con tolerancia,
la gente está confortable y es honesta.
Si un país es gobernado con represión,
la gente se deprime y es ladina.
Cuando el afán de poder toma el mando,
cuanto más altos los ideales, más bajos los resultados.
Trata de hacer feliz a la gente
y estarás poniendo los cimientos de la miseria.
Trata de hacer moral a la gente
y estarás poniendo los cimientos del vicio.
Así, el Maestro se contenta
con servir de ejemplo
sin imponer su voluntad.
Señala, pero no horada.
Es recto, pero flexible.
Radiante, pero con la mirada calma.
Lao Tse
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