Pero, si la inflación moderada no es perjudicial, ¿por qué los neoliberales están tan obsesionados con ella? Los neoliberales argumentarán que toda inflación -moderada o no- sigue siendo inaceptable, porque perjudica desproporcionadamente a las personas con ingresos fijos: sobre todo asalariados y pensionistas, que constituyen los sectores más vulnerables de la población. Paul Volcker, el presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de Reserva Federal de Estados Unidos (el banco central estadounidense) bajo el mandato de Ronald Reagan (1979-1987), argüyó: "La inflación está considerada como un impuesto cruel, y tal vez el más cruel, porque afecta de manera multisectorial, de un modo imprevisto, y afecta más a las personas con ingresos fijos". Pero esto no es más que la mitad de la historia. Una inflación inferior puede significar que aquello que los trabajadores ya han ganado está mejor protegido, pero las políticas que son necesarias para generar ese resultado pueden reducir lo que ganen en el futuro. ¿Y eso por qué? Las estrictas políticas monetarias y fiscales que se requieren para disminuir la inflación, sobre todo a un nivel muy bajo, son susceptibles de rebajar también el nivel de actividad económica, lo cual, a su vez, reducirá la demanda de mano de obra y por lo tanto aumentará el desempleo y bajará los salarios. Así pues, un control estricto de la inflación es un arma de doble filo para los trabajadores: protege mejor sus ingresos existentes, pero reduce sus rentas futuras. Solo para los pensionistas y otros (entre ellos, de forma significativa, el sector financiero) cuyos ingresos proceden de activos financieros con devoluciones fijas, la baja inflación es toda una bendición. Puesto que están fuera del mercado laboral, las políticas macroeconómicas estrictas que reducen la inflación no pueden afectar adversamente a sus oportunidades de empleo y salarios futuros, mientras que las rentas de las que ya disponen están mejor protegidas. Los neoliberales han dado mucha importancia al hecho de que la inflación perjudica al público en general, como podemos deducir de la anterior cita de Volcker. Pero esa retórica populista oscurece el hecho de que las políticas necesarias para generar baja inflación son susceptibles de reducir las ganancias futuras de la mayoría de la población trabajadora recortando sus posibilidades de empleo y tasas salariales.
Ha Joon Chang
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