viernes, 28 de mayo de 2021

 Con las cinco vías de escape cerradas, no hay manera de que la sociedad pueda evitar que el capitalismo cause un desplazamiento acelerado de la mano de obra y el consiguiente aumento de las desigualdades económicas y sociales, por lo que, concluye Collins, algún tipo de socialismo tendrá que ocupar finalmente el lugar del capitalismo. A qué se parecerá exactamente, y qué vendrá después del socialismo o con él, es algo que Collins deja sin responder, y es igualmente agnóstico en cuanto al modo exacto de la transición. El cambio será revolucionario, pero no se puede saber de antemano si será una revolución social violenta la que acabará con el capitalismo o una revolución institucional pacífica realizada bajo un nuevo liderazgo político. Collins deja abierto a la especulación si se impondrán severos gravámenes a los más ricos para subvencionar el empleo público o una renta básica garantizada para todos, con distribución igualitaria y estricto racionamiento de las muy limitadas horas de trabajo por medios más o menos dictatoriales à la Keynes14, ya que su «marxismo mondo y lirondo» no da lugar a predicciones sobre qué clase de sociedad surgirá una vez que el capitalismo haya agotado su curso. Solo una cosa es cierta: que el capitalismo terminará y mucho antes de lo que uno podría haber pensado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario