Enemigos del pueblo según Palmiro Togliatti
Palmiro
Togliatti, destacado líder comunista italiano, observó con claridad los
mecanismos del poder durante la Italia fascista. En una de sus
reflexiones más incisivas, afirmó que «el Gobierno fascista, que es la
dictadura de la burguesía, no va a tener interés en prescindir de
ninguno de los prejuicios democráticos tradicionales». Esta frase nos
invita a cuestionar quiénes son realmente los enemigos del pueblo: no
solo los dictadores visibles, sino todo aquel sector que sostiene y
protege los intereses de la élite económica y política.
El fascismo y la burguesía
Togliatti
identifica al fascismo como una manifestación de la dictadura de la
burguesía. Esto significa que las élites económicas no solo se
benefician del régimen, sino que lo sostienen activamente con apoyo
financiero, influencia política y legitimación social. Así, los enemigos
del pueblo no se limitan al líder autoritario; incluyen a aquellos que,
desde posiciones de poder, aseguran que los privilegios y la
explotación se mantengan.
Los prejuicios democráticos tradicionales
Por
“prejuicios democráticos tradicionales”, Togliatti alude a aquellas
formas de control social que persisten incluso en sistemas que aparentan
ser democráticos. La educación, los medios de comunicación, la
propaganda política y ciertas leyes que favorecen a las élites funcionan
como instrumentos de manipulación. Estos prejuicios refuerzan la
subordinación de las mayorías y perpetúan desigualdades, haciendo que el
pueblo no perciba sus verdaderos intereses ni se organice en su
beneficio.
Implicaciones
El
análisis de Togliatti amplía la noción de enemigo: no solo es el
régimen visible, sino toda la red de intereses que lo sostiene. Esto
permite comprender por qué, incluso bajo una democracia formal, los
ciudadanos pueden seguir siendo explotados y privados de poder real.
Reconocer estos enemigos del pueblo es esencial para cualquier proyecto
que busque justicia social y verdadera participación política.
Conclusión
Togliatti
nos recuerda que los enemigos del pueblo van más allá de los
dictadores: son quienes construyen y protegen sistemas que perpetúan la
desigualdad y la subordinación. Analizar estas estructuras nos permite
ver la diferencia entre democracia formal y democracia real, y nos
invita a cuestionar los mecanismos de poder que, aún hoy, operan en
muchos países.
Referencias
Togliatti, P. (1935). Scritti e Discorsi. Roma: Editori Riuniti.
Paxton, R. O. (2004). The Anatomy of Fascism. Nueva York: Vintage Books.
Gramsci, A. (1971). Selections from the Prison Notebooks. Nueva York: International Publishers.
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