Los empresarios yucatecos rompieron con las autoridades estatales. Consideran que Ivonne Ortega se ha convertido en una cacique sin control, dispendiosa, opaca en las cuentas y sin obra qué presumir en cuatro años. La deuda pública que recibió de apenas 300 millones de pesos, ya la elevó a 8 mil millones, los cuales pretende cubrir elevando impuestos en tiempos de crisis. Y de la mano de la alcaldesa de Mérida, gastan los pocos recursos en costosos “Informes Ciudadanos” y en conciertos de Shakira, Elton John, Plácido Domingo y Sarah Brightman. Su recompensa en la tierra del pibil: el abucheo público generalizado.
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