L@s ciudadan@s podremos decidir si reelegimos o no a diputad@s federales y senador@s a partir del proceso electoral de 2018.
Francisco Guerrero Aguirre 15/02/2015 02:32
La Reforma Político-Electoral aprobada el año pasado, incorpora una serie de transformaciones sustantivas que poco a poco comenzarán a notarse en el ejercicio del poder en México. Las nuevas reglas introducen incentivos para que los partidos aprovechen, de mejor manera, cambios tan importantes como el de la reelección en distintos cargos de elección popular.
Con la reforma, l@s ciudadan@s podremos decidir si reelegimos o no a diputad@s federales y senador@s a partir del proceso electoral de 2018. La Constitución contempla la posibilidad de reelección hasta por 12 años, siempre y cuando el candidat@ se postule por el mismo partido político o coalición, y por supuesto, gane las elecciones.
La reelección consecutiva de legislador@s de las entidades federativas se normará en las constituciones locales. De igual manera corresponderá al Constituyente de cada estado adecuar el orden legal para establecer la de los miembros de los ayuntamientos: president@s municipales, regidor@s y síndic@s, por un periodo adicional en tanto la duración del mandato no sea superior a tres años.
La racionalidad de la reelección se basa en la convicción de que a través de ésta se les permite a l@s votantes tener un vínculo más estrecho con sus representantes. Que legislador@s y president@s municipales puedan repetir su encargo por medio de la ratificación, abre en teoría de mejoras esenciales en materia de rendición de cuentas, profesionalización del ejercicio parlamentario y continuidad en las decisiones.
En otras latitudes, la reelección obliga a los políticos a cuidar sus acciones, sabedores de que una “traición” a las causas más sentidas de la gente se traduce de inmediato en una derrota en las urnas. La congruencia en votaciones y acciones del gobierno es vigilada férreamente por los medios de comunicación y por organizaciones civiles que llevan a cabo seguimientos puntuales.
Sin embargo, en un país con la tradición política del nuestro, se ha señalado con insistencia que la reelección podría perpetuar el abuso de poder y consolidar aún más la preeminencia de los partidos por medio de cotos de influencia durante periodos más largos, favoreciendo de esa manera la formación de alianzas y arreglos clientelares.
Para evitar que los efectos perniciosos de la reelección superen sus notables ventajas se requiere, en primer lugar, de un electorado informado que deposite su confianza en hombres y mujeres que sean sometidos a un proceso crítico de selección, que valore con objetividad trayectorias, capacidades y experiencias profesionales más allá de las lealtades partidistas.
No contar con la reelección de legislador@s y president@s municipales en el pasado favoreció el fenómeno de los chapulines, que forzados por la necesidad de continuar con sus carreras políticas se han visto obligados a saltar de un cargo a otro, generando molestia entre la gente y el escarnio público por parte de los medios de comunicación.
La nueva realidad que plantea la Constitución nos obliga a aprovechar los beneficios que brinda a l@s elector@s la posibilidad de premiar o castigar a nuestros representantes, a través de un ejercicio crítico que requiere de ciudadan@s de tiempo completo que pasen de las inútiles “quejas de café” a la acción cívica que nos brinda el voto.
BALANCE
En medio de una crisis sin precedente en el modelo de representación política, el futuro de nuestra democracia puede ser más alentador si l@s votantes nos inmiscuimos con mayor profundidad en las campañas electorales y valoramos con la información disponible los perfiles de l@s candidat@s que buscarán nuestra confianza el próximo 7 de junio.
Con la reelección de servidores públicos en el horizonte, las próximas legislaturas deberían ser formadas por mexican@s con capacidad probada, que estén a la altura de poder “repetir” en el encargo siempre y cuando cumplan con sus promesas y mantengan en su actuación un sentido de respeto a las necesidades de l@s electores. Aunque la reelección no se dará de manera inmediata en el ámbito federal, las elecciones de este año deben servirnos como un “entrenamiento previo” para 2018.
Twitter: @pacoguerreroa65
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