En privado: Malala Yousafzai, activista. Levanta la voz, no se dejará silenciar por amenazas
Internacional •
15 Julio 2013 - 5:23am — AFP
Joven paquistaní dio un emotivo discurso en la ONU, el viernes
pasado, día que cumplió 16 años. En octubre, un talibán le disparó en la
cabeza para poner fin a su campaña a favor de la igualdad.
Foto: AFP
Malala Yousafzai, activista.
Nueva York • La adolescente paquistaní Malala
Yousafzai, símbolo de la lucha por la educación de las niñas, dijo que
no quiere ser conocida como la víctima de los talibanes sino como “la
chica que luchaba por sus derechos”.
Después de dar el viernes un emotivo discurso ante Naciones Unidas, la joven de 16 años afirmó que dedicará su vida a promover la educación de las niñas. El pasado mes de octubre un talibán le disparó en la cabeza para poner fin a su campaña a favor de la igualdad, y desde entonces vive en Birmingham, donde fue sometida a varias operaciones. Los médicos tuvieron que colocarle una placa de titanio para cubrir el agujero en su cráneo, pero uno de sus oídos ha quedado gravemente afectado.
La revista Time la nombró en abril una de las personas más influyentes de 2013. Además, ya ha firmado un contrato de tres millones de dólares para escribir su biografía.
Los talibanes dejaron claro que atacaron a Malala para decir al mundo que las niñas no tienen derecho a recibir una educación. “El ataque del 9 de octubre de 2012 fue sólo una parte de mi vida”, dijo Malala en una recepción en la misión paquistaní de la ONU, en Nueva York. “Quiero trabajar duro, quiero sacrificar mi vida por la educación de las niñas”, añadió.
La adolescente, cuyo nombre suena como firme candidata al Premio Nobel de la Paz, dijo que estaba decidida a mantener su lucha: “Quiero decir que yo no soy la chica que pudo ser asesinada por los talibanes, quiero ser la chica que luchaba por sus derechos”.
Malala afirmó que los talibanes son personas “que piensan que cuando una mujer va a la escuela tendrá más libertad y eso les da miedo.
“Todavía hay escuelas amenazadas, siguen matando a niños inocentes”, dijo, refiriéndose a los recientes ataques, tanto en su Pakistán natal como en Nigeria.
Se espera que Malala regrese a Nueva York para participar en una cumbre sobre la educación a finales de septiembre.
Malala recibió varias ovaciones de pie por su discurso del pasado viernes, cuando dijo que no será silenciada por los talibanes.
Los talibanes dejaron claro que la atacaron para decir al mundo que las niñas no tienen derecho a recibir una educación y han señalado que la joven sigue siendo su objetivo.
La joven paquistaní aseguró el viernes que “hoy no es el día de Malala, sino el día de todas las mujeres, todos los niños, todas las niñas que han alzado su voz para defender sus derechos”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se refirió a la joven como “nuestra heroína”, felicitó a Malala por lanzar “un mensaje de esperanza y dignidad”. “De lo que tienen miedo los talibanes es de que los jóvenes sean educados”, afirmó. Ki-moon recordó que 57 millones de niños en edad de acudir a la escuela primaria no reciben escolarización. “La mayoría son niñas y la mitad vive en países en conflicto”.
Malala entregó a Ki-moon una petición con más de 330 mil firmas para que los 193 países miembro de la organización financien profesores, escuelas y libros.
La joven empezó a escribir, con 11 años, un diario bajo el seudónimo de Gul Makai –una heroína Patzun–, que la BBC publicaba en su sitio en urdu.
Después de dar el viernes un emotivo discurso ante Naciones Unidas, la joven de 16 años afirmó que dedicará su vida a promover la educación de las niñas. El pasado mes de octubre un talibán le disparó en la cabeza para poner fin a su campaña a favor de la igualdad, y desde entonces vive en Birmingham, donde fue sometida a varias operaciones. Los médicos tuvieron que colocarle una placa de titanio para cubrir el agujero en su cráneo, pero uno de sus oídos ha quedado gravemente afectado.
La revista Time la nombró en abril una de las personas más influyentes de 2013. Además, ya ha firmado un contrato de tres millones de dólares para escribir su biografía.
Los talibanes dejaron claro que atacaron a Malala para decir al mundo que las niñas no tienen derecho a recibir una educación. “El ataque del 9 de octubre de 2012 fue sólo una parte de mi vida”, dijo Malala en una recepción en la misión paquistaní de la ONU, en Nueva York. “Quiero trabajar duro, quiero sacrificar mi vida por la educación de las niñas”, añadió.
La adolescente, cuyo nombre suena como firme candidata al Premio Nobel de la Paz, dijo que estaba decidida a mantener su lucha: “Quiero decir que yo no soy la chica que pudo ser asesinada por los talibanes, quiero ser la chica que luchaba por sus derechos”.
Malala afirmó que los talibanes son personas “que piensan que cuando una mujer va a la escuela tendrá más libertad y eso les da miedo.
“Todavía hay escuelas amenazadas, siguen matando a niños inocentes”, dijo, refiriéndose a los recientes ataques, tanto en su Pakistán natal como en Nigeria.
Se espera que Malala regrese a Nueva York para participar en una cumbre sobre la educación a finales de septiembre.
Malala recibió varias ovaciones de pie por su discurso del pasado viernes, cuando dijo que no será silenciada por los talibanes.
Los talibanes dejaron claro que la atacaron para decir al mundo que las niñas no tienen derecho a recibir una educación y han señalado que la joven sigue siendo su objetivo.
La joven paquistaní aseguró el viernes que “hoy no es el día de Malala, sino el día de todas las mujeres, todos los niños, todas las niñas que han alzado su voz para defender sus derechos”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se refirió a la joven como “nuestra heroína”, felicitó a Malala por lanzar “un mensaje de esperanza y dignidad”. “De lo que tienen miedo los talibanes es de que los jóvenes sean educados”, afirmó. Ki-moon recordó que 57 millones de niños en edad de acudir a la escuela primaria no reciben escolarización. “La mayoría son niñas y la mitad vive en países en conflicto”.
Malala entregó a Ki-moon una petición con más de 330 mil firmas para que los 193 países miembro de la organización financien profesores, escuelas y libros.
La joven empezó a escribir, con 11 años, un diario bajo el seudónimo de Gul Makai –una heroína Patzun–, que la BBC publicaba en su sitio en urdu.
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