El matrimonio presidencial argentino es cada vez más rico. Desde mayo de
2003 hasta diciembre de 2008 -periodo completo del mandato de Néstor
Kirchner y el primer año de gobierno de su sucesora y esposa, Cristina
Fernández-, la pareja casi ha multiplicado por siete su patrimonio, un
incremento muy por encima de la inflación del 58,7% calculada por el
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el periodo. El
pasado lunes, una semana después de conocerse la declaración patrimonial
de la presidenta, su jefe de gabinete, Aníbal Fernández, la justificó:
"Nadie que ejerza el poder está impedido de tener un patrimonio propio y
que éste tenga vida, lo que es la esencia del capitalismo".
En
mayo de 2003, el matrimonio de abogados (él, ex gobernador de la
provincia sureña de Santa Cruz y ella, entonces senadora) contaban con
activos por 6,8 millones de pesos (1,2 millones de euros, según la
cotización actual), compuestos sobre todo por depósitos bancarios y 23
inmuebles, la mayoría en alquiler en Río Gallegos, capital santacruceña.
En diciembre de 2007, cuando Cristina Fernández arribó al poder, la
pareja peronista acumulaba un patrimonio 3,2 millones de euros, un
160,1% más que en el inicio de la Administración Kirchner. Este
incremento se explica fundamentalmente por la compra de más inmuebles,
su rehabilitación, la revaloración de propiedades antiguas y las
inversiones financieras, según un informe de la diputada opositora
Patricia Bullrich, del Acuerdo Cívico y Social (ACYS).
Apenas un
año después, en diciembre de 2008, el patrimonio se elevó a 8,5 millones
de euros, lo que supone un salto del 158,2% en sólo un año y del 571%
respecto de mayo de 2003. Lo lograron con compraventas de inmuebles, el
alquiler de nuevas propiedades más caras y una rentabilidad de sus
depósitos muy por encima de los del mercado (12% anual en dólares, en
lugar del 2,5% de media del sistema bancario argentino). La fortuna
actual de los Kirchner está compuesta principalmente por depósitos (5,9
millones de euros), cuatro empresas (3,3 millones) y 28 propiedades (2,6
millones). Además, acumula deudas por 3,5 millones, casi la mitad con
el Banco de Santa Cruz, de la familia Eskenazi, la que compró el 15% de
YPF a Repsol.
Dos de las compañías de los Kirchner son hoteles,
una es una inmobiliaria y otra, una consultoría que fundaron el año
pasado con su hijo mayor, Máximo, para asesoramiento en "economía,
finanzas, derecho, ciencias sociales, educación, administración y otras
disciplinas", según su acta constitutiva. La diputada Bullrich ha pedido
a la Oficina Anticorrupción que investigue la presunta incompatibilidad
del cargo de presidenta con el de miembro de la consultoría.
El
enriquecimiento de los Kirchner no hubiera sido posible sin la ayuda de
Néstor Méndez, ex alcalde de El Calafate, la localidad turística de moda
de Santa Cruz que está próxima al glaciar Perito Moreno. Cuando era
alcalde, Méndez vendió a bajo precio parcelas del municipio a los
Kirchner y a otros funcionarios y empresarios afines. El matrimonio
compró en 2005 tres terrenos de 60.000 metros cuadrados en total y pagó
92 céntimos de euro el metro cuadrado. En 2006, revendió uno a 50 euros
el metro para financiar la construcción en El Calafate de su primer
hotel. Ese año, adquirió otras cuatro parcelas municipales de 129.000
metros en total y abonó 69 céntimos de euro por metro. Poco después,
vendió una a 50 euros el metro. En 2008, se desprendió de una segunda
parcela a 57 euros el metro.
Algunos diputados del ACYS
presentaron el martes un proyecto de ley para expropiar las tierras
compradas por los Kirchner al Ayuntamiento de El Calafate. "Es un
escándalo que un funcionario rife lo que se le ha dado para
administrar", dijo Bullrich. El hotel que construyeron los Kirchner se
alquiló a partir de 2007 a 1,7 millones de euros anuales. En 2008,
vendieron la mayoría de sus antiguos apartamentos de Río Gallegos, que
en la declaración patrimonial figuraban a un valor muy por debajo al de
mercado, y compraron en El Calafate un segundo hotel, que también
alquilaron.
Apenas se difundió la última declaración patrimonial
de Fernández, a mediados de julio, diputados del ACYS pidieron al juez
Julián Ercolini que se la investigara dentro de la causa abierta por
asociación ilícita contra Kirchner, funcionarios y empresarios. Uno de
los denunciantes, Adrián Pérez, dijo: "El incremento patrimonial del
matrimonio Kirchner no es compatible con tasas de ganancias lícitas,
sino de actividades ilícitas". Un ex kirchnerista, Sergio Acevedo, ahora
cercano al izquierdista Fernando Pino Solanas, opinó que "las
ganancias" de la pareja sólo se consiguen con "actividades no lícitas".
El
juez Rodolfo Canicoba investigó hasta el año pasado a Kirchner por
presunto enriquecimiento ilícito. El ex presidente le presentó un
escrito para responder lo que consideraba "infundios", "maliciosas
sospechas" y "livianas insinuaciones" y para defender su "honor
mancillado". "El incremento en mis ingresos se encuentra plenamente
justificado y se ve correspondido con una inversión previa", explicó
Kirchner. El juez constató la "inexistencia de delito" y cerró la causa.
Ahora, tras la pérdida de poder de los Kirchner a raíz del batacazo en
las legislativas del pasado 28 de mayo, nadie espera que la justicia sea
tan benevolente con las cuentas del matrimonio.
Fuente: El País de Madrid.
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